Las stablecoins son tokens emitidos en blockchain cuyo valor se encuentra vinculado a un activo externo, tales como las monedas nacionales o los minerales preciosos. También conocidas como «monedas estables», por su traducción al español, se tratan de activos que funcionan como representaciones digitales del dólar, el euro e incluso del oro. Es decir, son productos colaterizados que pueden ser comprados o vendidos dentro del mercado de criptomonedas.
Las monedas estables nacieron como una solución a la volatilidad intrínseca de las criptomonedas nativas. Mientras activos como bitcoin y ether seducen al público por sus variados beneficios económicos, también asustan a posibles nuevos usuarios debido a las fluctuaciones impredecibles de su precio. Al momento de liquidarse una transacción de BTC, la moneda puede valer significativamente más o mucho menos que al momento de concertar el envío, complicando su usabilidad como activo.Por otro lado, el precio de las stablecoins suele variar muy poco o casi nada. Al estar diseñados para seguir de cerca el valor de la moneda nacional que emulan, mantienen un precio con poca variación diaria, tal y como ocurre con activos como el dólar o el euro. Asimismo, tienen la capacidad de imitar características propias de las criptomonedas como bitcoin, tales como la velocidad de liquidación, las transferencias globales y, en algunos casos, la eliminación de intermediarios. De esta manera, se han convertido en herramientas de refugio de valor en mercados altamente volátiles.
Historia de las stablecoins
El origen de las monedas estables se remonta a hace más de seis años atrás, cuando aparecieron las primeras propuestas para crear activos digitales con precio estable. La idea era brindar un instrumento de pago que disminuyese los riesgos de la volatilidad de las criptomonedas, así como brindase bajos costes operacionales y privacidad.
De esta manera, a mediados del 2014 fueron presentadas en el mercado de criptomonedas las iniciativas BitUSD de la empresa Bitshares y NuBits de Nu. A la par de estos proyectos, se fue tejiendo el lanzamiento de la que hoy en día es una de las stablecoins más populares del mercado, Tether USD. Para aquel entonces llevaba el nombre de Realcoin, y aunque ya tenía varios años de desarrollo, se emitió oficialmente a finales del año 2014 en la cadena lateral de Bitcoin, Omni Layer.
Tether no se comercializaría en los exchanges hasta el año 2015, cuando la casa de cambio Bitfinex se convirtió en una de las primeras plataformas en prestar soporte a una stablecoin. Para este período el grupo Steem también lanzó su criptomoneda estable SteemUSD, y poco después también se añadió a la lista el proyecto Corion que fue la primera stablecoin no colaterizada.
DAI, otra de las stablecoins más conocidas del ecosistema, llegó al mercado en el 2017. El activo se estrenó en la red de Ethereum, donde fueron lanzados sus contratos inteligentes, los cuales funcionaban con ETH como garantía y replicaban el precio del dólar estadounidense.
DAI se ha convertido en un elemento clave para la conformación de la economía de finanzas descentralizadas (DeFi), uno de los ecosistemas más exitosos de los últimos años, siendo un activo ampliamente utilizado en plataformas de préstamos y exchanges descentralizados (DEX). Asimismo, en la actualidad el proyecto permite que los usuarios puedan usar múltiples tokens para garantizar la emisión de la stablecoin. O sea, pueden acuñar nuevos DAI depositando otros activos como REP, BAT u OMG.
Otro hito importante en la historia de las stablecoins fue su exposición mediática en el año 2019, cuando la red social Facebook planteó la posibilidad de lanzar su propio activo criptográfico estable. El proyecto Libra, renombrado en la actualidad como Diem, impulsa la creación de una stablecoin conformada por una canasta de activos y bonos. La adopción de las criptomonedas estables, con consecuencias cada vez más masivas, alertó a los reguladores, quienes han solicitado la supervisión exhaustiva e incluso la cancelación del proyecto.
Debido a que las stablecoins se encuentran íntimamente relacionadas con los activos fiduciarios, y han captado la atención de grandes conglomerados como Facebook, no han sido pocos los reguladores que han estado tras la pista de estos activos. Por ejemplo, el Banco de Pagos Internacionales (BIS) propuso la creación de un marco regulatorio para las criptomonedas ancladas.
En este sentido, se ha discutido la posibilidad de supervisar la emisión y circulación de este tipo de criptomonedas a nivel mundial. Asimismo, se planteó el uso de licencias a los proveedores para poder formar parte de este mercado legalmente. El departamento del Tesoro de Reino Unido también ha consultado a sus ciudadanos si es necesaria la imposición de medidas legales para regular a las stablecoins.
Por si fuera poco, el Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI) ha lanzado alertas sobre la adopción masiva de las criptomonedas estables, al considerarlas un riesgo para la seguridad financiera.
En su propuesta regulatoria para el mercado de criptomonedas, GAFI apunta a la posibilidad de que los emisores de stablecoins clasifiquen como «proveedores de servicios de activos digitales» (VASP). Una clasificación regulatoria que los obligaría a cumplir medidas estrictas de KYC para poder acuñar tokens, lo que representaría un nuevo reto para el desarrollo de este mercado.
¿Cómo funcionan las stablecoins?
Las criptomonedas estables son tokens que han sido emitidos en múltiples redes blockchain y cadenas laterales. Debido a ello, depende en gran medida de a qué blockchain pertenece dicho activo para determinar su comportamiento.
Por ejemplo, las stablecoins lanzadas en Ethereum poseen sus propios contratos inteligentes, identificados como tokens ERC-20. Todas las transacciones de stablecoins dentro de la red quedan registradas en el libro de contabilidad público, tal y como ocurre con una operación con monedas nativas como bitcoin o ethers. Sin embargo, a diferencia de estas últimas, no poseen su propia blockchain.
Las stablecoins también son tokens emitidos por un proveedor, empresa o sistema de gobernanza. Estas organizaciones son las que se encargan de determinar cuántos tokens se emiten, a qué unidades se vinculan y cómo se respaldan sus reservas. Es decir, juegan un papel importante en su economía.
A pesar de la variedad del mercado de stablecoins, se pueden dividir cuatro categorías generales que determinan el funcionamiento de estos tokens en relación a la manera en que se anclan al valor de otros activos.
Respaldada en monedas nacionales
Es el tipo de stablecoin más popular del mercado, ya que sus tokens están anclados directamente a una moneda nacional en una proporción de 1:1. O sea, que cada unidad (1) de token emitido representa un dólar, un euro o un yen. Los usuarios depositan la moneda fíat en una cuenta bancaria y reciben a cambio uno de estos tokens.
Dichos activos, por lo general, poseen una garantía en fíat. Esto significa que el proveedor de la stablecoin tiene la responsabilidad de mantener una cantidad de monedas fíat en reserva que sea proporcional a los tokens que se encuentran en circulación. Las reservas son administradas por la empresa, quien debería ponerlas en custodia de un banco o agencia financiera especializada.
Ejemplos de este tipo de esquema son Tether, Paxos Standard o TrueCoin. Estas stablecoins son representadas por una directiva empresarial que funciona como intermediario para acuñar dólares digitales en blockchain y resguardar las monedas subyacentes de sus clientes. Debido a ello, los usuarios deben confiar en que el emisor es transparente respecto a la administración de los activos, lo que expone a riesgo de contraparte.
Respaldada en criptomonedas
Las stablecoins respaldadas en criptomonedas son aquellas donde otros activos criptográficos funcionan como garantía del token, a pesar de que estas reflejan el precio de una moneda fíat. Para entender el funcionamiento de estas criptomonedas estables resulta más sencillo pensar en una de ellas, como lo es DAI.
DAI es una stablecoin que funciona por medio de un contrato inteligente. Es decir, es dinero programable. Los usuarios pueden depositar ETH u otro activo criptográfico en el contrato de MakerDAO —la empresa creadora de DAI— para garantizar la creación de un nuevo token. A pesar de ello, el precio del activo no emulará al ETH, sino al dólar americano que es con el que está anclado.
La emisión de estos activos también depende exclusivamente del contrato inteligente que hace posible su existencia. Es decir, se minimiza la necesidad de confiar en un tercero, puesto que no existen reservas físicas que se tengan que administrar. Los usuarios sólo bloquean sus ETH en un contrato y este respalda la creación del token, mientras que, si quieren su dinero devuelto, sólo tienen que depositar el token y reclamar sus ETH.
Debido a que no existe una empresa que se encargue de la emisión y administración del activo, dichas stablecoins suelen tener sus propios sistemas de gobernanza. Los usuarios pueden participar en ellos, votando para determinar cuáles son las políticas monetarias que quieren aplicar a su activo.
Respaldada en materia prima
Similares a las stablecoins ancladas en dinero fiat, los tokens respaldados en materia prima son aquellos cuya emisión está garantizada por otros activos intercambiables que se pueden reservar físicamente, como es el caso de los metales preciosos.
El producto básico más utilizado para crear estas stablecoins es el oro, aunque existen monedas también respaldas en petróleo, bienes raíces y otros metales raros. Pax Gold (PAXG) es una de las stablecoins más conocidas de este mercado.
Las stablecoins como DAI pueden estar garantizadas en depositados de ETH, aunque también se pueden utilizar otros tokens en circulación. |
El proveedor de la criptomoneda estable es quien posee el activo tangible, el cual mantiene en resguardo para emitir nuevos tokens en la red. Es decir, el usuario también debe confiar en la transparencia y honestidad de la empresa encargada de emitir el activo.
Una característica interesante de estas stablecoins es que, a diferencia de aquellas respaldas en fíat o activos criptográficos, pueden irse apreciando con el paso del tiempo. Por ejemplo, el oro es una materia prima que es utilizada como resguardo de valor por una gran cantidad de personas alrededor del mundo, ya que no se devalúa en la misma proporción que el dólar o el euro.
Stablecoins algorítmicas
Las monedas estables algorítmicas, o también conocidas como no colaterizadas, son las stablecoins menos conocidas del mercado. El valor de estas monedas no está respaldado ni por una moneda fiat o por otras criptomonedas, sino que la vinculación ocurre por medio de algoritmos que emulan el precio de estos activos.
Los contratos inteligentes, además, se encargan de administrar la emisión de estos activos. Asimismo, su política monetaria suele reflejar fielmente aquella utilizada por los bancos centrales que acuñan la moneda a la que están anclados. Por ejemplo, estos proyectos pueden seguir las directrices de la Reserva Federal de Estados Unidos para replicar el comportamiento del dólar. Ampleforth (AMP) es uno de los proyectos de stablecoin algorítmica más exitosos.
Los sistemas algorítmicos se encargan de reducir automáticamente el suministro de tokens si el precio de su moneda cae. Por el contrario, si el precio supera el valor original de la moneda a que la que están anclados, se encarga de aumentar la oferta de su token para recuperar la paridad. De esta manera logran mantener la estabilidad de su precio sin necesitar una reserva física o garantía.
Casos de uso
Como ya hemos mencionado anteriormente, las stablecoins se han destacado como herramienta financiera porque combinan características de las monedas fíat y las criptomonedas.
Mientras ofrecen mayor privacidad que las transferencias bancarias, menores costos que los sistemas de liquidación y un registro público verificable en blockchain, también poseen una estabilidad de precio que no es propia del mercado de criptomonedas. Debido a ello, existen diversos casos de uso que se le dan a estos activos dentro y fuera del ecosistema:
Resguardo de valor
Debido a su valor estable y a su anclaje a monedas de amplio uso —como el dólar y el euro—, son muchos los usuarios que utilizan monedas como Tether, TrueUSDT y USDCoin para proteger sus ahorros y como herramienta de cobertura ante la volatilidad de las criptomonedas. Por ejemplo, si un criptoactivo como bitcoin comienza un periodo de muchas fluctuaciones en su precio con tendencia bajista, el usuario puede intercambiar a stablecoins para salvaguardar su inversión o incluso reclamar algunas ganancias antes de que pierda más dinero.
Asimismo, en países donde las monedas oficiales se devalúan más rápido que el dólar o existen restricciones monetarias —tal y como es el caso de Venezuela y Argentina—, los ciudadanos pueden utilizar criptomonedas estables para mantener sus ahorros protegidos de la hiperinflación.
Las stablecoins, además, son de más fácil acceso que el dólar en países de América Latina, Asia o África. Debido a ello, los usuarios pueden acceder a estos dólares digitales con mayor recurrencia.
Trading
Depositar y retirar dinero fíat de una cuenta bancaria a un exchange puede ser una operación costosa. Incluso, en algunas plataformas es técnicamente imposible porque no están afiliadas a agencias bancarias, como es el caso de los exchanges descentralizados (DEX). Debido a ello, algunos usuarios prefieren utilizar stablecoins para comprar y vender criptomonedas.
Las stablecoins son intercambiables con todo tipo de criptoactivos, desde bitcoins, pasando por ethers o XRP. Asimismo, la mayoría de los exchanges aceptan estos activos para su comercialización, por lo que los usuarios pueden transferirlos desde sus monederos a estas plataformas para financiar sus operaciones de comercio.
Por ejemplo, la stablecoin Tether ha llegado a representar el 40% de todas las transacciones del exchange Binance en un año. Por otro lado, en plataformas como Huobi, el activo representaba el 80% de las operaciones. Una serie de cifras que confirman que estos activos juegan un papel clave entre los comerciantes.
Pagos
En vista de que las stablecoins ancladas al dólar o al euro son representaciones digitales de dinero fíat, muchos consideran que estos activos podrían destacarse como métodos de pago. Con costos operacionales más económicos, accesibilidad y alcances transfronterizos, las stablecoins pueden ser utilizadas para la compra de productos y servicios en línea.
Facebook, por medio de su proyecto Diem, exploró las posibilidades de lanzar su propio método de pago con una stablecoin. Y aunque la idea no tuvo amplia aceptación entre los reguladores financieros, perfiló las posibilidades de adopción que tienen los activos criptográficos para el envío de remesas y comercio online.
Coinbase Comerce, firma que procesa pagos de criptomonedas para comerciantes minoristas, empezó a operar con la stablecoin DAI en 2020. La adopción permitió que usuarios pudiesen utilizar sus monedas estables en tiendas como Shopify y Woocomerce. Asimismo, la transnacional Visa también ha empezado a procesar pagos con stablecoins, concertando la primera transacción en su red con la moneda USD Coin (USDC).
Préstamos y plataformas DeFi
Las stablecoins como DAI son ampliamente utilizadas como garantía en préstamos, así como otros servicios financieros que han ganado popularidad en el nicho de las DeFi. De esta manera, se ha convertido en una herramienta clave para impulsar las aplicaciones descentralizadas e interactuar con la banca alternativa.
Los usuarios pueden bloquear un colateral de Bitcoin o dólares en estas plataformas para generar intereses. Asimismo, las stablecoins también son una pieza importante para las prácticas de yield farming, donde los inversionistas acumulan tasas de rendimiento de distintas aplicaciones y ganan tokens de recompensa.
Stablecoins más populares del mercado
Tether (USDT)
Lanzada en el año 2014 bajo el nombre Realcoin, en la actualidad Tether es una de las stablecoins más populares del mercado. Se trata de una criptomoneda estable respaldada en dólares, cuyas reservas se encuentran custodiadas de forma física en cuentas bancarias a nombre de la empresa Tether Limited.
Además de USDT, Tether Limited también es la encargada de emitir stablecoins ancladas al euro. El proyecto guarda estrecha relación con el exchange Bitfinex, y ha sido emitido en varias blockchains, entre ellas Ethereum, la cadena lateral Omni Layer de Bitcoin y Tron.
El proyecto Tether ha estado bajo cuestionamientos respecto al manejo de sus reservas en dólares. La empresa confirmó para finales de marzo de 2021 que poseen más de 25 millones de dólares que respaldan sus tokens emitidos. No obstante, el documento generó dudas porque no se especificó qué tipo de activos posee la empresa y en que bancos están depositados. A pesar de ello, Tether USDT sigue siendo una de las stablecoins con mayor capitalización de mercado.
True USD (TUSD)
Una de las competencias más directas de Tether, True USD es otra stablecoin respaldada físicamente en dólares. El token fue lanzado en 2018 en la blockchain de Ethereum, utilizando un contrato ERC-20 como base de su funcionamiento.
Aunque True USD es la empresa emisora del token, las reservas de la moneda estable son custodiadas por un grupo de empresas financieras acreditadas. Asimismo, según los acuerdos de True USD, la empresa está obligada a que el contenido de sus cuentas bancarias sea publicado constantemente y que se realicen auditorias mensuales a mano de terceros.
Pax Gold (PAXG)
PAXG está respaldada en oro, siendo una de las pocas stablecoins que colateriza materias primas. La moneda es emitida por la empresa Paxos Trust Company, la misma firma tras la emisión del dólar Paxos Standard (PAX) y Binance USD (BUSD).
Según especificaciones de Paxos, cada uno de sus tokens está conformado por una onza troy (t oz, medida imperial británica) de una barra de oro de las refinerías London Good Delivery. Estas barras poseen 400 onzas cada una, almacenadas en las bóvedas Brink bajo el nombre de Paxos Trust Company.
Pax Gold es un token emitido en la blockchain de Ethereum, bajo el estándar ERC-20. Las fichas pueden ser canjeadas por lingotes de oro real, entregando 400 PAXG para el intercambio. Asimismo, se pueden canjear cantidades más pequeñas de este oro en redes minoristas de Estados Unidos y Canadá.
Dai (DAI)
Desarrollado por la iniciativa MakerDAO, DAI es una de las stablecoins respaldadas en activos criptográficos más utilizadas en todo Ethereum. A diferencia de Tether o Digix Gold, se trata de un token que funciona de manera descentralizada con su propio sistema de gobernanza y cuya emisión está regulada por su propio contrato inteligente.
No existen reservas físicas que respalden la emisión de DAI, puesto que los usuarios garantizan la acuñación de nuevos tokens al depositar ethers (ETH) u otros activos criptográficos en el contrato inteligente de MakerDAO. A cambio de las criptomonedas depositadasb —que deben ser equivalentes al precio del dólar del día — reciben un token que posee paridad de 1 a 1 con el dólar americano.
No obstante, hay que tomar en cuenta que DAI también puede ser respaldado por tethers (USDT) o USD Coin (USDC), lo que significaría que indirectamente una parte del suministro de DAI se encuentra en cuentas bancarias.
Diem
Anteriormente conocida como Libra, Diem es una moneda estable en proceso que fue originalmente concebida por el gigante de redes sociales, Facebook. La criptomoneda estable está basada en una canasta de activos, los cuales representará una serie de monedas fiat que pueden ser utilizadas como método de pago dentro y fuera de las plataformas de Facebook.
Aunque no se ha lanzado aún, Diem ha sido una de las stablecoins con mayor impacto en el mercado. Debido a que se trata de un proyecto llevado a cabo por Facebook, que llegó a captar la atención de grandes empresas como Mastercard, generó alarmas financieras alrededor del mundo, así como recibió el rechazo de varios reguladores de Estados Unidos y Europa.
Limitaciones
A pesar de la popularidad de las stablecoins y sus variados casos de uso, estos tokens poseen ciertas problemáticas que deben ser tomadas en cuenta antes de utilizarlos como herramientas financieras.
Los riesgos de contraparte, la supervisión de los reguladores, las mínimas, pero preocupantes, fluctuaciones de sus precios son elementos que pueden dificultar el uso de estos activos.
Mayor centralización
Las stablecoins respaldas en fíat de manera física agregan un riesgo de contraparte que había sido eliminado con la creación de criptomonedas como bitcoin o ETH, donde los usuarios pueden tener el control total sobre su dinero. Con las stablecoins el control está entredicho, puesto que cada token que es emitido tiene su respaldo en un dólar en una cuenta bancaria, del cual no se tiene acceso directo.
Es la empresa que emite el token quién está facultado para administrar las reservas totales de la stablecoins. Debido a ello, los usuarios deben confiar en la honestidad de un tercero a la hora de custodiar su dinero. Si esta entidad no realiza autorías periódicas o no es transparente con sus movimientos bancarios, puede generar suspicacia sobre el valor verdadero del activo.
Bajo el ojo de los reguladores
Debido a que las stablecoins se encuentran ancladas a una moneda fíat, sus operaciones se ven afectadas por las directrices de los bancos centrales que se encargan de establecer la política monetaria de dicha moneda. En este sentido, se encuentran más limitadas que otros activos criptográficos en materia regulatoria.
Asimismo, las criptomonedas estables han sido blanco de los reguladores, quienes han planteado la posibilidad de imponer licencias, supervisiones e incluso medidas KYC para poder operar legalmente.
Las stablecoins respaldas por fíat, además, son más fáciles de confiscar y censurar sus transacciones. Esto se debe a que dependen del funcionamiento de entidades bancarias que están sujetas a las ordenanzas gubernamentales, quienes pueden cancelar sus cuentas bancarias si así las entidades reguladoras lo indican.
La estabilidad puede ser un mito
Tal y como hemos discutido anteriormente en CriptoNoticias, el precio de una stablecoin no siempre es igual al activo al que está anclada. Es decir, las criptomonedas estables no siempre tienen «un valor estable», por muy irónico que esto parezca.
Esto se debe a varios factores: primero que las stablecoins son tokens que representan a otros activos. O sea, no son literalmente el activo, sino herramientas que emulan su comportamiento. Asimismo, estos tokens poseen sus propios mercados de negociaciones, los cuales pueden tener una oferta y demanda muy distinta a las del activo al que están anclados.
Debido a ello, las stablecoins pueden desacoplarse de su activo de respaldo, sobrepasando el precio del mismo o estando por debajo. Esto ha ocurrido con activos como USDT y DAI en varias ocasiones, aunque sus mercados poseen mecanismos propios para solucionarlo. Por ejemplo, el arbitraje, las políticas monetarias o los mismos algoritmos de emisión.
La guillotina de las stablecoins ancladas a criptomonedas
Otro riesgo que pueden correr los usuarios de stablecoins es la pérdida de dinero por liquidación de garantías. Esto ocurre comúnmente con las criptomonedas estables respaldas en activos criptográficos, sobre todo cuando dicho activo tiene una variación de precio brusca y marcada.
Para entender esta problemática pongamos de ejemplo a DAI. Para generar nuevos tokens de DAI, los usuarios deben depositar ETH como garantía en el contrato inteligente de la plataforma. Lo que no se toma en cuenta es que esta garantía debe ser mayor al valor del dólar en ese momento —siendo necesario que los ETH u otros activos depositados sean 150% más valiosos que el DAI a emitir (lo que se conoce como ratio de colaterización).
Si el ether sufre una variación de precio inesperada, la garantía depositada por los usuarios en el contrato inteligente puede devaluarse. El valor de los ETH se depreciaría, perdiéndose así la ratio de colaterización mayor a 150% que imponen las políticas monetarias de MakerDAO y que se deben cumplir para poder utilizar la stablecoin.
Cuando esto ocurre, el contrato inteligente liquida las monedas de forma automática, a menos que el usuario se encargue de aumentar el colateral de sus tokens. Si no lo logra, perderá el dinero bloqueado en el contrato inteligente. Es decir, existe riesgo de pérdidas financieras en este tipo de stablecoins.
Congestión es igual a altos costes
Otra eventualidad en el mercado de las stablecoins que hay que tomar en cuenta antes de invertir en ellas, son las congestiones de la red. Aunque esto puede variar de «blockchain» en «blockchain», es una característica que hay que tomar en cuenta puesto que las tarifas por transacción pueden aumentar bruscamente.
Cuando una red como Ethereum o Bitcoin presentan un embotellamiento por grandes cantidades de transacciones sin confirmar, suele ocurrir que las tarifas de minado aumentan proporcionalmente. Entonces, un usuario pasa de pagar 1 dólar por transferir un dinero a pagar más de 10 dólares. O sea, las stablecoins dejan de ser un método económico de transferencia de dinero.
Para las stablecoins respaldas en criptomonedas esto puede ser particularmente peligroso. Tal y como hemos mencionado en el apartado anterior, si ocurre una variación de precio brusca en la criptomoneda, los usuarios tienen que aumentar el colateral de sus stablecoins para no perder dinero. Sin embargo, si la red se encuentra congestionada, tendrán que pagar altas comisiones para poder llevar a cabo esta operación e incluso podrían aun así perder su dinero si la transacción no es aprobada.
¿Dónde comprar y vender stablecoins?
Debido a la popularidad de las criptomonedas estable existe un amplio repertorio de exchanges y plataformas de intercambio que comercializan Tether, DAI y otras stablecoins. Aquí cuatro de los exchanges más populares para la compra y venta:
Bitfinex
Es una de las primeras casas de cambio en prestar soporte a la compra y venta de stablecoins. Aunque no acepta clientes en los Estados Unidos, es un exchange ampliamente conocido en el mercado de criptomonedas.
Los usuarios pueden acceder a stablecoins como Tether, DAI, Paxos Standard e incluso Digix Gold. Asimismo, en Bitfinex se puede intercambiar por activos criptográficos como bitcoin, litecoin, EOS y ether.
Kraken
Considerado uno de los exchanges más seguros del mercado, Kraken trabaja con cuentas bancarias y tarjetas de crédito. Asimismo, acepta clientes residenciados en los Estados Unidos, aunque se deben cumplir medidas KYC y anti-lavado de dinero para utilizar la plataforma.
La empresa acepta stablecoins como Tether, DAI y USDCoin.
Binance
Binance es reconocido como uno de los exchanges más grandes del mercado, permitiendo la comercialización de más de 150 activos. Entre su oferta se encuentran stablecoins como DAI, Tether y Trust USD, también posee su propia stablecoin Binance USD (BUSD).
Los usuarios pueden afiliar su cuenta bancaria desde cualquier parte del mundo, aunque si eres residente de los Estados Unidos es necesario utilizar Binance US. La empresa también posee un mercado P2P, donde se habilita el intercambio de tether, DAI y su stablecoin entre usuarios.
Bittrex
Bittrex es uno de los exchanges más viejos del mercado, lo que lo destaca como un veterano del ecosistema. La empresa acepta depósitos y retiros en cuentas bancarias americanas para la compra tanto de criptomonedas como stablecoins.
Tether y DAI son algunas de las criptomonedas estables que se pueden comprar en este exchange. No obstante, la casa de cambio sigue listando nuevos proyectos de este sector.
Tomado de: Criptonoticias.com
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